Anne–Claire Schmitz, 2011

Polder Cup

Cuando Maider López respondió a la invitación de Witte de With y SKOR de desarrollar un proyecto para la serie Between You and I, a nadie le sorprendió que la artista propusiera un trabajo que nos obligaba a implicarnos más directamente en el ámbito público, y en realidad, con un público ajeno al arte. No es ningún secreto que este tipo de posturas artísticas suelen presentar a las instituciones dificultades prácticas e ideológicas. Las instituciones públicas como Witte de With son conscientes en todo momento de lo difícil que es hallar el equilibrio entre el deseo de “salir a la esfera pública” y el miedo a caer en un terreno populista y de aproximación al arte desde un punto de vista funcional.

En nuestra opinión, la propuesta de Maider López Polder Cup logró mediar entre estos dos extremos, entre otras razones porque el proyecto exigía que un centro de arte contemporáneo asumiera el reto de hacer participar a otros públicos y de conectar con ellos. Witte de With y SKOR pusieron en marcha Between You and I con el fin de dar una mayor presencia pública a esa especie de enfoque racional del arte que ambas instituciones defienden y con el que están comprometidos.

Es lógico que alguien se pregunte por qué Witte de With, que más de una vez ha sido acusado de promover un elitismo cultural, decide participar en un proyecto estructurado en torno a un campeonato de fútbol en los pólderes holandeses. La respuesta es muy sencilla: estábamos plenamente convencidos de que el trabajo de Maider López conseguiría activar el lenguaje universal del fútbol y el poder icónico y simbólico del paisaje tradicional de los pólderes como un terreno en el que desarrollar procesos de reapropiación, reinterpretación y transformación del espacio público.

Los proyectos en los que la participación es tan abierta son especiales porque abren las puertas a todo tipo de potencial interpretativo. A lo largo de su ejecución, el carácter público absorbió Polder Cup y por momentos se apropió activamente del evento (voluntarios, jugadores, visitantes, animadores, medios de comunicación, etc.). Polder Cup no podría existir sin este concepto de apropiación, ya que se basa en la experiencia de todos los que participaron: la prensa, que realizó una amplia cobertura del proyecto, destacaba el impacto de la transformación del paisaje holandés o ponía de relieve la experiencia de un evento deportivo único y exclusivo; más de cuarenta personas plasmaron su motivación y curiosidad en una experiencia de voluntariado; los equipos de fútbol estaban formados por individuos o grupos de artistas, arquitectos, compañeros de trabajo, estudiantes, habitantes de la zona, amigos, equipos de fútbol ya existentes… y todos jugaban por el bien del arte, el paisaje, la camaradería, la amistad, el espíritu comunitario o simplemente por diversión. Lejos de participar en una simple “colectividad”, cada uno de estos protagonistas activó Polder Cup mediante la adopción de diversas posturas comprometidas.

 

Anne–Claire Schmitz — Witte de With

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